El mundo de la comunicación es bastante más complejo de lo que a veces pensamos. Los posibles problemas que puede tener un niño en relación al lenguaje y al habla son variados, y es importante conocer las diferencias entre estos dos conceptos.

El habla es el proceso motor de la comunicación, o sea, la parte de la articulación, de la resonancia, de la modulación, de la velocidad. Responde a cómo tu cuerpo logra hablar.

El lenguaje son los procesos neurológicos para generar el habla, desde cómo generar una oración, buscar sinónimos, antónimos, buscar los géneros del habla, entender los significados de las palabras. Responde a cómo tu cerebro formula y entiende lo que vas a decir.

Entendiendo esto, podemos responder las preguntas más comunes en relación a cuándo llevar a mi hijo al fonoaudiólogo.

Es importante fijarse en la formación de oraciones de tu hijo, si hay errores constantes en el orden de las palabras y si presenta dificultades en poder expresar sus pensamientos porque no logra “encontrar” la palabra, si presenta un repertorio de palabras acotado o si le cuesta seguir instrucciones porque no las comprende.

Si entre los 18 -24 meses el niño no puede realizar oraciones simples de dos enunciados, ejemplo "mamá agua".

Si tu hijo tiene dos años o más y dice menos de 50 palabras y no realiza frases cortas.

A los 3 años el niño ya presenta un vocabulario bastante amplio de más de 250 palabras.

Si tu hijo se le dificulta seguir instrucciones para la edad.

Si tu hijo no se comunica de manera sencilla con sus pares o sus padres/cuidadores, ya sea por dificultades de expresar sus pensamientos o por no poder mantener una conversación.

¿Cómo saber si un niño presenta problemas del habla?

Es fundamental observar la articulación, velocidad y entonación según la edad del niño. Si alguna de estas te parece inadecuada para la edad, puedes consultar para una evaluación.

Durante el desarrollo del habla, desde los primeros meses ya se esperan vocalizaciones, gorjeos y balbuceos. Sin embargo, alrededor de los 12 meses comienzan a aparecer las primeras palabras. Por eso, es importante asegurarse de que la producción de sonidos sea adecuada para su etapa de desarrollo.

Si tu hijo presenta dificultades para pronunciar ciertos sonidos, como la R, r, g, s, entre otros, es recomendable realizar una evaluación con nuestra fonoaudióloga.

¿Cuándo debo llevar a mi hijo al Fonoaudiólogo?

Si sospechas que tu hijo tiene algunos de los problemas del lenguaje o del habla mencionados anteriormente, puedes solicitar una hora de evaluación con nuestra Fonoaudióloga. Una detección oportuna permitirá intervenir a tiempo y apoyar su correcto desarrollo comunicativo.

¿Por qué es importante llevar a tu hijo al fonoaudiólogo?

El desarrollo del lenguaje es fundamental para que los niños se comuniquen, aprendan y se relacionen con su entorno. La fonoaudiología no solo ayuda a superar dificultades en el habla y la comprensión, sino que potencia habilidades clave para su crecimiento social, emocional y académico. A continuación, te contamos algunos beneficios de acudir a un fonoaudiólogo.

Ampliación del vocabulario: Tu hijo enriquecerá su lenguaje, lo que le permitirá comunicarse mejor y expresar lo que necesita o siente con más confianza.

Mejora en la formación de oraciones: Aprenderá a construir oraciones más completas y fluidas, facilitando que exprese sus ideas de forma clara y efectiva.

Fortalecimiento de la expresión de pensamientos e ideas: Podrá comunicar lo que piensa y siente sin frustraciones, aumentando su bienestar emocional y social.

Desarrollo integral del lenguaje: Al estimular tanto la comprensión como la expresión, tu hijo podrá entender mejor las instrucciones, conversaciones y contenidos escolares.

Acompañamiento en el aprendizaje escolar: El apoyo fonoaudiológico facilita habilidades fundamentales como la lectura y la escritura, promoviendo un rendimiento escolar acorde a su edad.

Fomento de habilidades sociales: Al mejorar su comunicación, tu hijo podrá relacionarse con otros niños y adultos de manera más efectiva, fortaleciendo sus vínculos y confianza en situaciones sociales.